martes

Empezar algo...

... nunca es fácil, por ejemplo, para empezar a escribir este post pasé veinte minutos mirando una hoja en blanco sin saber cuál era la letra indicada para iniciar; muchas veces empezamos las cosas sin saber a dónde van a llegar, pero siempre de los siempres las empezamos esperando que algo suceda, el pedo es cuando la vida empieza las cosas por nosotros y no podemos decir "todavía no" "espérate tantito" "aún no estoy listo", como por ejemplo cada vez que empieza un año. Nadie nos pregunta si ya se puede dar la vuelta a la página del tiempo, nadie viene y te pregunta "estás listo para cumplir treinta este año?" "Oye ya puedo cambiar de año para que termines la universidad?", pues por desgracia NO, y lo único que podemos hacer es ver pasar el tiempo nada ajeno a nosotros haciendo propósitos con el objetivo de intentar tomar un poco las riendas de este comienzo.

El año que terminó hace unas horas fue un año de mucho aprendizaje, pero en realidad esta vez no quiero hacer el balance de lo que fue, lo aprendido, lo vivido, lo llorado, lo amado lo reído lo gozado, es ahora un tramo más del puente que me trajo hasta el día de hoy. Hoy puedo decir que empiezo el año con una sonrisa en los labios, con la esperanza de que la vida no se me ponga de cabrona, pero también con esa frase que me dijo el hombre que amo una vez: "el resto depende de nosotros", por ende mi único propósito para este año, es aligerar la carga del destino y darme el beneficio de mis buenas o malas decisiones con sus buenos o malos resultados, no hay más.

Dios tiene formas muy extrañas de recordarnos que existe, pero una de las mejores es regalarnos otros trescientos sesenta y cinco días para hacerlo mejor esta vez.

Gracias a todos los que empiezan este nuevo ciclo a mi lado, este año están los que tienen que estar, gracias a todos los que día a día me ayudan a escribir mi historia, especialmente gracias a ti por amarme de esa forma que hace que todos los días quiera ser una mejor persona para ti.... para nosotros.