domingo

Lo mejor de tener amigas es que cuando tienes algo que contarles ellas nunca tienen sueño...

Y las palabras mágicas fueron "esto de estar con una persona que te ama igual o más que tú, que te cuida, que está dispuesto a sacrificar parte de su vida por estar contigo, que es una buena persona... eso, eso nuevo para ti y lo nuevo generalmente nos asusta y estresa."

De pronto me he encontrado en medio de una relación linda, tan sencilla y sin misterios, donde se da lo que se quiere dar, donde no hay temor a ser juzgado, donde el amor es un mensaje de mañana o preparar el desayuno en un día especial, donde la felicidad cabe en una cama, y la paz descansa en un "que bueno que llegaste bien"; y en efecto todo esto es tan nuevo para mi, que a veces aún no sé como manejarlo, que aún no entiendo muy bien como funciona y que sencillamente a veces se me hace difícil pensar que la vida nos da treguas en forma de personas.

Anoche quise llamarle y agradecerle la paciencia, decirle que me disculpara por buscarle tres pies al gato, anoche quise abrazarlo y decirle que tengo ganas de hacerlo mejor... pero en primera ya no eran horas decentes de llamar, en segunda ya estaba dormida, y en tecera creo que hay cosas que es mejor empezar a demostrarlas ya habrá tiempo de platicar.

Y las palabras mágicas fueron "esto de estar con una persona que te ama igual o más que tú, que te cuida, que está dispuesto a sacrificar parte de su vida por estar contigo, que es una buena persona... eso, eso nuevo para ti y lo nuevo generalmente nos asusta y estresa."

De pronto me he encontrado en medio de una relación linda, tan sencilla y sin misterios, donde se da lo que se quiere dar, donde no hay temor a ser juzgado, donde el amor es un mensaje de mañana o preparar el desayuno en un día especial, donde la felicidad cabe en una cama, y la paz descansa en un "que bueno que llegaste bien"; y en efecto todo esto es tan nuevo para mi, que a veces aún no sé como manejarlo, que aún no entiendo muy bien como funciona y que sencillamente a veces se me hace difícil pensar que la vida nos da treguas en forma de personas.

Anoche quise llamarle y agradecerle la paciencia, decirle que me disculpara por buscarle tres pies al gato, anoche quise abrazarlo y decirle que tengo ganas de hacerlo mejor... pero en primera ya no eran horas decentes de llamar, en segunda ya estaba dormida, y en tecera creo que hay cosas que es mejor empezar a demostrarlas ya habrá tiempo de platicar.

lunes

Y tú...

... Me sientas en tus piernas y yo me abrazo a tu cuello como si no hubiera mañana, y es que en verdad por un momento no hubo mañana; porque mañana no ibas a estar ahí para abrazarme al despertar, porque mañana no habría besos indecentes en el coche, porque mañana tocaba volver a conformarme con tus fotos, porque sencillamente no me daba la gana que fuera mañana. Y por un momento me aferré a tu cuerpo con la esperanza de detener el tiempo o siendo más ambiciosa esperando que mi cuerpo se metiera en el tuyo y así no me tuviera que ir. Tanta gente, tanto ruido y ese instante se resumía en el olor de tu cuello y en esos otros cinco minutitos que le pedía con tanta devoción a la horrible voz que anunciaba mi salida... No hubo cinco minutitos y te solté y me di la vuelta procurando no volver la mirada a ti por ese terrible miedo de regresar y pedirte que no me dejaras ir.

Anoche por primera vez fui verdaderamente consciente de lo difícil que es vivir con el alma tan lejos del cuerpo...

jueves

Perdonar...

... Es probablemente uno de los actos de amor y fe más complejos que existan, pero perdonarse a uno mismo es desde mi humilde punto de vista, el perdón más difícil de otorgar.

Hoy por la mañana aún envuelta en una toalla me miré al espejo, así, sin maquillaje, con esas ojeras que por mas que intento ocultar siempre están ahí, me sonreí y descubrí lo bonita que me puedo ver por las mañanas y me pedí perdón, perdón por exigirme ser perfecta y lastimarme en el intento, por todas las cosas buenas que hice y no reconocí cosas que ahora ni siquiera recuerdo, perdón por no cuidarme y dejar que mucha gente me lastimara, perdón por ser más complaciente con el mundo que conmigo misma, perdón por olvidar a veces que soy lo único que va a estar conmigo siempre...

En este momento tengo unas ganas inmensas de abrazarme de decirme que me perdono, que me amo y que no va a volver a pasar, pero es mucho más complejo que eso, hoy solo puedo mirarme al espejo y decir que lo vamos a intentar, por mi....

martes

Empezar algo...

... nunca es fácil, por ejemplo, para empezar a escribir este post pasé veinte minutos mirando una hoja en blanco sin saber cuál era la letra indicada para iniciar; muchas veces empezamos las cosas sin saber a dónde van a llegar, pero siempre de los siempres las empezamos esperando que algo suceda, el pedo es cuando la vida empieza las cosas por nosotros y no podemos decir "todavía no" "espérate tantito" "aún no estoy listo", como por ejemplo cada vez que empieza un año. Nadie nos pregunta si ya se puede dar la vuelta a la página del tiempo, nadie viene y te pregunta "estás listo para cumplir treinta este año?" "Oye ya puedo cambiar de año para que termines la universidad?", pues por desgracia NO, y lo único que podemos hacer es ver pasar el tiempo nada ajeno a nosotros haciendo propósitos con el objetivo de intentar tomar un poco las riendas de este comienzo.

El año que terminó hace unas horas fue un año de mucho aprendizaje, pero en realidad esta vez no quiero hacer el balance de lo que fue, lo aprendido, lo vivido, lo llorado, lo amado lo reído lo gozado, es ahora un tramo más del puente que me trajo hasta el día de hoy. Hoy puedo decir que empiezo el año con una sonrisa en los labios, con la esperanza de que la vida no se me ponga de cabrona, pero también con esa frase que me dijo el hombre que amo una vez: "el resto depende de nosotros", por ende mi único propósito para este año, es aligerar la carga del destino y darme el beneficio de mis buenas o malas decisiones con sus buenos o malos resultados, no hay más.

Dios tiene formas muy extrañas de recordarnos que existe, pero una de las mejores es regalarnos otros trescientos sesenta y cinco días para hacerlo mejor esta vez.

Gracias a todos los que empiezan este nuevo ciclo a mi lado, este año están los que tienen que estar, gracias a todos los que día a día me ayudan a escribir mi historia, especialmente gracias a ti por amarme de esa forma que hace que todos los días quiera ser una mejor persona para ti.... para nosotros.